Corea del norte enfrenta una grave crisis económica después de que varios tifones interrumpieran la producción agrícola en el territorio.
El líder norcoreano Kim Jong-Un reconoció que la situación alimentaria de su país es «tensa», informó este miércoles la prensa estatal, sonando las alarmas en un país que sufrió una devastadora hambruna en los años 1990 que dejó cientos de miles de muertos.
El país que enfrenta numerosas sanciones internacionales por sus programas de armas nucleares y de misiles balísticos, lucha por alimentarse en medio de la escasez.
El año pasado, la pandemia del coronavirus y una serie de tormentas e inundaciones agravaron su situación económica.
En una reunión plenaria del comité central del gobernante Partido de los Trabajadores de Corea, Kim dijo que la economía mejoró este año, con un crecimiento industrial de 25%.
«La situación alimentaria del pueblo se está poniendo tensa. El sector agrícola no logró cumplir su plan de producción de granos por el tifón», indicó Kim.
Una serie de tifones provocaron inundaciones el año pasado, destruyendo miles de casas e inundando fincas.
Kim pidió acciones para minimizar el impacto y dijo que asegurar una buena cosecha es la prioridad máxima.
Según la agencia de noticias norcoreana KCNA, en la reunión se discutió también la prolongada pandemia.
El país impuso un cierre estricto en enero del año pasado para impedir la entrada del coronavirus desde China. Aseguran que no ha registrado casos de covid-19, una versión que ha sido puesta en duda por analistas.
El cierre de fronteras con China, de la cual depende la economía norcoreana, tuvo un impacto devastador y llevó el comercio bilateral al mínimo.
KCNA dijo que la reunión plenaria se centrará en dirigir todos los esfuerzos a la agricultura este año y hacer frente a la situación epidémica.