pasado viernes 8 de octubre, el cuerpo sin vida de un niño de 12 años y otro de 18 fueron encontrados en una zona apartada de Tibú, al norte de Colombia. Junto a los cadáveres, con sendos disparos en la cabeza, se encontraron carteles con la palabra «ladrón», según informa El Espectador.
Al parecer, los dos jóvenes fueron sorprendidos robando en una tienda y los comerciantes recriminaron el hecho a ambos, a quienes retuvieron hasta la llegada de un número indeterminado de hombres armados y en motocicleta y que se hicieron cargo de los dos. Según especulan los medios colombianos, inmediatamente los llevaron a una zona desierta y los ejecutaron.
Diversas organizaciones de la sociedad civil han denunciado las llamadas que se hicieron a la Policía del Norte de Santander y que esta obvió «deliberadamente». Además, se ha anunciado la recompensa de 100 millones de pesos (22.900 euros) para quien aporte información sobre el asesinato. La investigación, según indican los medios locales, apunta en dos direcciones: el Frente 33 de las disidencias de las FARC o la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN).
La oficina de Derechos Humanos de Naciones Unidas en Colombia se apresuró a condenar los hechos a través de su cuenta de Twitter: «Condenamos el asesinato de un niño de 12 años en Tibú, Norte de Santander. Expresamos condolencias a su familia. Instamos a las autoridades a investigar estos hechos. Hacemos un llamado al respeto a la vida y protección de los niños y las niñas».
Por Marca